El Sendero Equivocado: Concentración de poder y justicia

Por: Nuno Vinas- Ciudadano de la República

El sistema de gobierno que ha instaurado el PLD, parecería ser una Cleptocracia
“Un Estado verdaderamente estable es aquel donde todos sus ciudadanos son iguales ante la Ley” –Aristóteles-

La historia de la Republica Dominicana ha tomado un camino sinuoso y extremadamente preocupante, especialmente para las personas sensatas y que desean un porvenir promisorio para su país. Lo que se observa es un caos; un desorden mayúsculo en todas las instancias y en todas las esferas. El que no ha participado en este desastre, le resulta notorio que nuestra sociedad está siendo resquebrajada en sus cimientos, lo que es inaceptable para una gran mayoría del pueblo bueno y sano, que también ve con vergüenza en lo que han convertido las instituciones del país los que han detentado el poder en los últimos 20 anos. Esos gobiernos en su ceguera total no han alcanzado a ver que “lo que no es bueno para la mayoría, muy posiblemente no será bueno para ellos”. Esto me decía mi padre.

La concentración de poder en manos de unos cuantos que no han tenido una visión clara y definida de futuro para su país y su progreso como tal, nos lleva irremediablemente al borde de un abismo tan profundo, tan profundo, que nos tomara décadas para reencauzar su sendero y así surgir nuevamente como un país civilizado. Es muy común la frase “el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente”. Parecería que es el caso del país, pero perdónenme ustedes, es que es mucho más que eso; es que daña, pudre y envilece todo lo que se encuentra en su camino: hombres, mujeres, partidos políticos, medios de comunicación, instituciones y todo lo demás que pueda aparecer. Una de esas instituciones es la justicia.

La justicia, que es la que le da estructura a una sociedad y de la cual depende su porvenir y su desarrollo, debería estar blindada a los manejos caprichosos de los gobernantes. Nuestra justicia debería ser como en muchas otras partes del mundo, una justicia de venda, de balanza y de espada, es decir, que sea igual para todos, al grado justo y en caso de violaciones determinadas que le sea aplicada la sanción rigurosamente. La nuestra, la han convertido en una justicia más bien de hilos…si, de esos hilos que manejan las marionetas al antojo de su dueño. Lo cierto es, que para este grupo en el Poder, no importa lo que eso pueda representar para nuestra sociedad en el futuro y para las generaciones que habrán de venir. Lo importante para ellos es que sea acomodaticia y que no exista la sanción oportuna y ejemplar. Esto es impunidad y es lo que más daño hace a nuestra estructura social. Con una verdadera administración de justicia el país se habría encaminado por otro sendero.

Parece que en nuestro país todo depende de los designios del partido en el poder o más bien del pequeño grupo que lo domina. ¡Qué frágil y lamentable es la administración de justicia en esta República!
Resulta inconcebible que por un delito menor se le aplique una pena inmensa a un ciudadano y a otros que se roban el esfuerzo y el trabajo de toda una población, si siquiera se le someta a la justicia y si se hiciere, su absolución esta previamente determinada. O no es el caso de muchos funcionarios de los gobiernos del PLD y de congresistas de ambas cámaras, que hacen alarde y exhiben una riqueza que no se compadece con los ingresos que han debido percibir y en muchos casos por sus mediocres trabajos. O tenemos que rebuscar minuciosamente en sus manejos, a todas luces corruptos, alguna indelicadeza que lo puedan traducir a la justicia. Perdonen mi entendimiento tan simple; pero es que es muy sencilla la ecuación: si no tenían nada o diríamos que muy poco, como es posible que al cabo de unos cuantos años puedan exhibir una riqueza que solo se logra con el trabajo denodado y con muchos esfuerzos, a veces por varias generaciones.

Las implicaciones de estas riquezas salpican grandemente a los presidentes de los gobiernos del PLD. Pero luce que a ellos no les molesta, quizás porque se siente intocables, precisamente porque la justicia es dominada por ellos mismos. Pero…hay algo que parece que no saben y es que la sentencia de Rousseau los habrá de perseguir…si, esa que dice “lo que es malo en moral, también es malo en política”.
Los presidentes de gobierno del PLD en innumerables ocasiones han pronunciado discursos en contra de la corrupción imperante, pero parecería que al momento de pronunciar sus palabras sus acciones se desligan abiertamente de las mismas, por eso muchos creemos cada vez menos en ellos. Parecería que tampoco saben que un liderazgo real se forja de acciones y no de palabras. La Historia Universal y la de los grandes hombres está llena de esto…si, de acciones.

Como este grupo en el poder han podido olvidar que su fuerza la da el poder del pueblo al cual han traicionado sin rubor alguno. Es sorprendente, que gente que proviene de la extracción social de este grupo, no hayan sido capaces de provocar los cambios que ellos supuestamente anhelaban para nuestro pueblo. Por el contrario, han profundizado las diferencias sociales, en base a crear una plataforma económica y excluyente y por ende de poder de ese pequeño grupo, para permanecer en el mismo. Si ha de ser necesario están dispuesto a meter el presupuesto nacional en unas elecciones que los mantengan donde están.

El presidente actual parece estar obnubilado con su supuesta “popularidad” sin darse cuenta que no viene de la Providencia Divina, si nomas bien del manejo irresponsable y abusivo que le dan sus funcionarios a los recursos públicos, que deberían tener un fin de progreso para todos los dominicanos. Por otro lado, tenemos también un Presidente del PLD y expresidente de la República, que tiene sus propias fantasías y anhelos y que se cree sus sueños cesaristas de permanencia eterna en el poder y que constantemente se coloca a sí mismo una corona de laureles cuyas hojas solo representan, la codicia, los privilegios y la corrupción… y entre cuyos espacios vacios solo encontramos aire; pero, aires de grandeza que no representan nada para ese pueblo pobre y desheredado de mejor suerte.

El sistema de gobierno que ha instaurado el PLD, más que un sistema democrático, parecería ser una Cleptocracia. Si, una Cleptocracia, esa modalidad de gobierno que surge y se mantiene en base al robo de los recursos públicos, que mas bien deberían ir a atender las necesidades del pueblo. En este tipo de gobierno, se entroniza la corrupción en todas sus manifestaciones delictivas como son: el clientelismo que juega con la miseria de un pueblo, las canonjías que ata de pies y manos la oposición, el nepotismo que solo beneficia a los funcionarios de turno y sus familiares y allegados, las malversaciones y demás delitos; las cuales no son sancionadas debidamente. Claro, no pueden ser sancionadas pues no hay quien las persiga, porque el alcance de la corrupción abarca la justicia en pleno como a todos los demás poderes. Y esto resulta así porque un pequeño grupo de personas representan la autoridad máxima sin ningún tipo de limitación en el ejercicio del poder. Y es por esto que ellos han perdido el Norte- la orientación, la prudencia, la cautela, la moderación y sobre todo el respeto por sus conciudadanos.

La justicia, que es la base en la que se fundamenta toda sociedad para que se pueda vivir en paz, armonía y respeto para con todos los demás y cuya administración pueda ser con equidad y al grado justo; la han convertido también en un brazo de impunidad para que los que se benefician del poder se puedan refugiar en esa cueva obscura de donde no puede surgir esperanza alguna. ¡Oh, justicia dominicana, que pena me da tu encarcelamiento temporal, para que no puedas cumplir cabalmente tu labor de grandeza! Debes evitar que la Ley se convierta en una mera convención.

Muchos dominicanos aspiran que algún día todo esto pueda ser diferente y que los que se han robado el dinero de ese pobre pueblo sean sometidos a la justicia verdadera y que la sanción le sea aplicada con rigurosidad. Pero siempre hemos oído que “no es más obscura la noche que cuando va a amanecer”. Podemos tener la confianza de que todo va a cambiar un día, aunque se tome unos años.

Lo cierto es que todo termina; o no termino el Imperio Romano, la Rusia de los Zares, la monarquía de Francia con la revolución francesa y más cerca aun…la Era de Trujillo, que fue el régimen más poderoso y autoritario que ha vivido la Republica en toda su historia. Y termino. “El poder y el despotismo duran poco”. Seneca
Cuando los pueblos se sienten amenazados, ya sea por luchas o controles internos, con todo lo que esto conlleva, o por amenazas foráneas, la historia siempre suele hacer un llamado, siempre. Pero es un llamado a sus mejores hombres y mujeres que son los que tienen las mejores condiciones para cumplir con sus exigencias, que no son más que de acción, entrega y sacrificio.

Ciertamente, la Republica es un caos, necesita hoy sus mejores hombres y mujeres.
  ¡Es cuanto!

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